Nostalgia por el futuro.
Aunque suene contradictorio, es lo primero que evocan las obras de Markus Haub (Mainz, 1972). Sus fotografías urbanas adquieren una nueva dimensión con el coloreado: en apariencia excesivo, engañosamente aleatorio, pero nunca innecesario. La presencia del trazo es el primer paso en un baño de técnicas y medios; el formato tampoco es un problema. La adición de color congestiona las urbes, ya sea Barcelona, París o New York, añejándolas o transformándolas en paisajes distópicos dignos de una novela de William Gibson. Y aunque sus ciudades sean el plato fuerte, también ha trabajado el retrato (con una especial predilección por la figura de la actriz Mila Jovovich) y los vehículos de carreras en varias series.
Mucha producción y un estilo muy definido y, sobre todo, llamativo.

